Esta no es una clase de economía doméstica de la década de 1950. Con sus relucientes encimeras de acero inoxidable y una estufa profesional, esta cocina de última generación, destinada a propósitos educativos, bien podría estar en una escuela culinaria de élite. En lugar de ello, la cocina se encuentra en el Brooklyn STEAM Center (enlace en inglés), donde los estudiantes de escuela secundaria se instruyen en las artes culinarias como parte del programa de preparación universitaria de la escuela. Los egresados obtendrán una licencia de manipulación de alimentos de la ciudad de Nueva York, un certificado de artes culinarias reconocido a nivel nacional y exoneraciones de crédito universitario en más de 40 universidades afiliadas.

“Muchos estudiantes llegan con habilidades culinarias aprendidas en casa”, señala la instructora de artes culinarias Shelly Flash. El haber participado en un concurso de cocina por televisión la hace ganar más puntos con sus estudiantes, afirma la instructora. El programa de cocina y gestión hotelera de la escuela, explica Flash, ayuda a los estudiantes a desarrollar las habilidades adquiridas en el hogar con capacitación profesional, lo cual los encamina hacia una profesión o carrera universitaria.

Los programas de preparación para carreras profesionales como el ofrecido en Brooklyn STEAM, institución que cuenta también con programas de preparación en el área de computación e informática, tecnología de construcción, diseño e ingeniería y artes audiovisuales, están rompiendo viejos estereotipos sobre la educación vocacional y profesional que alguna vez se consideró reservada para los estudiantes que no eran capaces de alcanzar el éxito académico. Sin embargo, los programas de preparación modernos ofrecen inspiración y aprendizaje para todos. “El estigma sigue existiendo”, señala el director Kayon Pryce, quien durante su infancia fue etiquetado como un estudiante con necesidades especiales y fue relegado a programas vocacionales mediocres. “Sin embargo, la única forma verídica de prepararse para la vida universitaria y profesional”, explica, es exponiéndote a “tu pasión y aspiraciones”.

Una base sólida de formación académica y capacitación profesional

Los programas de preparación de la escuela secundaria combinan el contenido académico con exposición a profesiones que van desde ingeniería y biotecnología hasta actuación y servicio público. El objetivo de estos programas es que los estudiantes de escuela secundaria tengan una oportunidad anticipada de explorar sus talentos y ganen experiencia que los encaminará hacia carreras y profesiones satisfactorias.

La idea es abrir un mundo de oportunidades para los estudiantes en el momento en el que su futuro como adultos está a punto de comenzar.

A pesar del enfoque práctico, los programas de preparación profesional son muy distintos de los antiguos programas vocacionales, los cuales solían estar asociados con programas académicos remediales que no contemplaban el ingreso a la universidad. Los programas modernos de preparación “permiten cambios y carecen de puntos muertos”, afirma Stephen Hamilton, profesor emérito de Cornell University y autor de Career Pathways for All Youth: Lessons from the School-to-Work Movement (Programas de preparación profesional para todos los jóvenes: lecciones de la educación orientada al trabajo, enlace en inglés).

La idea es abrir un mundo de oportunidades para los estudiantes en el momento en el que su futuro como adultos está a punto de comenzar. Algunos ven el programa de preparación como una forma de ingresar de forma directa a la profesión para la que se prepararon durante la escuela secundaria. Otros podrían emplear sus créditos para ingresar en la universidad.

Los diferentes programas de preparación de la escuela secundaria

Los programas de preparación pueden llegar a ser ofrecidos en un programa de modalidad “escuela dentro la escuela”, también conocido como “academia profesional”. Alternativamente, es presentado como un programa de tiempo completo o parcial en una escuela secundaria que se especializa en un programa de preparación en específico. Los estudiantes de penúltimo año de escuela secundaria en Brooklyn STEAM, por ejemplo, pasan la mitad del día en su escuela principal, donde cursan las asignaturas básicas obligatorias como matemáticas, inglés y estudios sociales. Posteriormente, pasan la otra mitad del día en el campus de Brooklyn STEAM o en un centro de trabajo, dedicando varias horas a su campo predilecto.

Generalmente, los estudiantes eligen entre varios programas de preparación profesional que son ofrecidos por su escuela o distrito. Además de las clases principales, cursan clases secuenciales del programa durante dos o más años de la escuela secundaria. Culminar con éxito un programa de preparación a menudo conduce a una certificación en la industria en cuestión o crédito universitario en una carrera o programa que sea parte del programa de preparación. Por ejemplo, un estudiante en un programa de ingeniería aeroespacial podría aprovechar sus conocimientos para obtener un certificado como mecánico de aviación. Por otro lado, podría recibir crédito universitario para especializarse en ingeniería.

Cómo crean posibilidades los programas de preparación

Los simpatizantes de los programas de preparación afirman que la introducción minuciosa a una profesión o carrera universitaria ayuda a los estudiantes a tomar mejores decisiones sobre su futuro antes de graduarse de la escuela secundaria. Ya que la mayoría de programas de preparación incluyen tiempo en entornos laborales, aprendizaje por observación u oportunidades de pasantías, también brindan experiencias laborales más completas. Esta experiencia laboral en el lugar de trabajo resulta valiosa para los estudiantes de escuela secundaria de hoy en día. Tomando en cuenta que el número de estudiantes que han tenido experiencias laborales antes de graduarse se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años (enlace en inglés), los estudiantes sin experiencia laboral en el lugar de trabajo «están en desventaja», señala Hamilton.

Los programas de preparación también brindan a los estudiantes la oportunidad de darse cuenta de que un campo en el que estaban interesados podría no ser el adecuado para ellos. «Los estudiantes entran a nuestro programa y se dan cuenta de que detestan estar parados picando tomates», explica Pryce. «Eso está bien. Queremos que se den cuenta de ello antes de asistir a una escuela de cocina y gastar miles de dólares».

Qué buscar en un buen programa de preparación

Buena selección de programas

La mayoría de escuelas secundarias con programas de preparación los ofrecen en un puñado de campos, generalmente basados en profesiones con mucha demanda por las empresas locales. Sin embargo, sin aprender qué les interesa a los estudiantes, «los niños no estarán interesados», afirma Tom Aberli, director de Atherton High School en Louisville, Kentucky. El personal de Atherton encuestó a sus estudiantes para determinar los programas que ofrecerían. La investigación rindió frutos. Las inscripciones y desempeño académico en Atherton aumentaron de forma considerable en el 2018 tras ofrecer programas de preparación en ingeniería, ciencias de la salud y artes audiovisuales.

Instructores calificados

Resulta importante en los campos de estudio más técnicos, y puede ser todo un reto en campos de alta tecnología que exigen salarios considerablemente más altos que la docencia. Sin embargo, muchos programas exitosos han atraído a instructores de primer nivel en campos que van desde la ingeniería hasta la tecnología médica.

Instalaciones o equipo especializado

Los programas de preparación necesitan más que el típico espacio de un aula de clases. Brooklyn STEAM, por ejemplo, cuenta con equipo audiovisual de calidad profesional para su programa de Artes Audiovisuales. Atherton High School invirtió 1 millón de dólares para renovar un auditorio y convertirlo en dos aulas de medicina equipadas con el equipo apropiado para su programa de ciencias de la salud.

La importancia de asociarse con empresas en campos relacionados

Las asociaciones con empresas en campos relacionados ayudan a los programas de preparación a brindar experiencias centradas en una profesión y oportunidades de aprender en contextos del mundo real, como el hangar (cobertizo grande para guardar aparatos de aviación) de un aeropuerto local que es usado por el programa de ingeniería aeroespacial de Atherton. Las conexiones con empresas también garantizan que las lecciones impartidas se ajusten a las necesidades cambiantes del mundo. “Ha ocurrido que nuestra junta asesora de la industria nos ha informado que un nuevo lenguaje de programación llegó al mercado para quedarse”, dice Pryce, de Brooklyn STEAM. “La capacidad de contar con socios que contribuyan al diseño y enseñanza del contenido mientras se mejoran las cualificaciones profesionales del instructor es lo que logra que los programas sigan siendo relevantes y factibles”.

Muchos programas de preparación cuentan con una junta asesora especializada en la industria, la cual contribuye a la concepción de los programas. Sin embargo, como mínimo, un buen programa de preparación debería exigir “comunicación formal y continua sobre las necesidades de la empresa”, indica Hamilton.

Rigor académico

Busca programas que incluyan asignaturas tradicionales como ciencia y matemáticas, de manera que los estudiantes reciban el contenido académico básico que necesitarán para tener éxito en los cursos de su programa de preparación. A diferencia de los programas de educación vocacional de la «vieja escuela» que excluían a los estudiantes con bajo rendimiento académico de los cursos de preparación universitaria, los programas de preparación deberían brindar a los estudiantes la opción de tomar cursos académicos exigentes. En Atherton, los estudiantes del programa de preparación pueden inscribirse en cursos exigentes de Bachillerato Internacional. “Desde el principio, decidimos no reducir los estándares”, explica Aberli. Además, un buen programa también enseña diversas “habilidades sociales”. Aunque los docentes suelen tratar las habilidades sociales (como la comunicación y el trabajo en equipo) como cosas secundarias, en realidad son los requisitos principales para muchos empleos. “Las aulas de clase convencionales no inculcan muy bien la colaboración”, señala Hamilton, quien menciona que tanto aprender juntos como el uno del otro es una característica valiosa de un buen programa de preparación. (Lee más sobre la importancia del rigor académico.)

Opciones universitarias y profesionales

Los programas de preparación deberían proporcionar opciones a los estudiantes que los dirijan de forma directa a carreras, capacitación profesional o empleos específicos tras graduarse de la escuela secundaria. Los programas de preparación centrados en el ámbito de la salud, por ejemplo, podrían exponer a los estudiantes a las especializaciones posteriores al curso introductorio de medicina, así como a programas como el de técnico en emergencias médicas (EMT, por sus siglas en inglés) que no requiere de un título universitario.

Credenciales laborales y acuerdos de articulación

Los programas que les brindan a los estudiantes credenciales laborales formales como los certificados de seguridad OSHA o IT pueden facilitarles la obtención de empleo al graduarse de la escuela secundaria. En muchos casos, las universidades y escuelas técnicas otorgarán crédito universitario por cursos selectos de preparación, sobre todo si los programas tienen acuerdos formales de articulación con las instituciones en cuestión.

Cómo lograr que un programa de preparación sea exitoso

Para los padres

No elijas programas para tu adolescente. Por muy tentador que resulte orientar a los estudiantes hacia profesiones bien pagadas, «esa no es la forma en la que un niño desarrolla su pasión», señala Aberli. «Me interesa que los niños sientan una emoción genuina por su área de estudio». También es importante evitar reforzar estereotipos negativos sobre los programas centrados en profesiones (independientemente de si los estudiantes planean asistir o no a la universidad). «Esta distinción no es favorable ni para los niños ni para los padres», afirma Hamilton.

Para los educadores

Busca oportunidades de conectar el trabajo académico con programas de consejería técnica y profesional, sobre todo en clases con un gran número de estudiantes de un programa de consejería técnica y profesional. Por ejemplo, un maestro de geometría con un gran número de estudiantes del programa de consejería técnica y profesional en ingeniería podría crear un currículo que incluya proyectos prácticos enfocados en problemas de ingeniería.

Para los administradores

Observa el talento existente al iniciar programas para los cuales es difícil encontrar personal. En Atherton High School, el personal de los programas de consejería técnica y profesional era conformado por maestros con experiencia laboral, cursos o capacitación previa que les permitía progresar, incluyendo a un maestro de administración que había trabajado como ingeniero en el pasado. “Teníamos mucho talento interno”, señala Alberli. “Pero no lo habíamos impulsado antes”. Además de las empresas locales asociadas, considera consultar con exalumnos que trabajen en campos asociados al programa de consejería técnica y profesional para obtener opiniones sobre el impacto y diseño de programas.