Nota: Hemos utilizado un seudónimo en este artículo para proteger la privacidad de la estudiante citada.

Cristina siempre había disfrutado aprender. Pero después de experimentar un trauma fuera de la escuela, le costaba cada vez más prestar atención en clase. “Tuve muchos problemas en casa y eso afectó mi trabajo escolar en general”, cuenta.

A pesar del trauma que estaba experimentando, Cristina (quien asistía a la escuela secundaria) dice que se sintió apoyada en Salem Academy Charter School en Salem, Massachusetts. Los educadores allí la ayudaron a mantenerse al día con su trabajo. En lugar de castigarla por no cumplir con los plazos, le dieron a Cristina prórrogas cuando las necesitaba. Y su entrenador de fútbol en la escuela nunca la castigó cuando se perdía una práctica.

Lo más importante era que los miembros del personal de la escuela en quienes ella confiaba estaban allí para escucharla. “No soy una persona que suele hablar incluso cuando siento que debería hacerlo”, dice Cristina. “Pero simplemente me llevaron a un lado y me dejaron quejarme de estas cosas».

Cristina es solo una de los miles de chicos que experimentaron traumas, los graves efectos emocionales de pasar por una experiencia adversa, que pueden impedir el aprendizaje e incluso interferir con el desarrollo del cerebro (enlace en inglés). Durante aproximadamente siete años, su escuela secundaria ha estado desarrollando prácticas informadas sobre el trauma, capacitando al personal para comprender qué es el trauma y cómo afecta a los estudiantes, y desarrollando formas para hacer que la escuela se sienta como un lugar seguro y de apoyo.

“Descubrimos que, a medida que crecíamos en tamaño, de 80 estudiantes a casi 400 en 10 años, solo había algunos estudiantes con los que no nos estábamos conectando”, dice la directora ejecutiva de Salem Academy, Stephanie Callahan. “Tuvieron dificultades, particularmente creo que con su capacidad para participar en la escuela, y también eso a menudo se manifestó en su comportamiento en el aula”.

Para Cristina, el énfasis de la escuela en el apoyo ha marcado la diferencia. “Yo diría que nos apoyan muy bien. Porque he pasado por muchas situaciones fuera de la escuela en las que necesitaba ayuda y alguien con quien hablar”, dice. “Y tenía todo un grupo de personal allí para hablar”.

¿Cómo es la enseñanza informada sobre el trauma?

Una escuela informada sobre el trauma aborda la educación desde el entendimiento de que muchos estudiantes han enfrentado experiencias de vida adversas que pueden traducirse en una lucha diaria para avanzar en la escuela. Aunque a menudo se piensa en el trauma solo en casos extremos, como la muerte de un ser querido o un accidente automovilístico grave, las experiencias traumáticas son más variadas y generalizadas de lo que muchos creen. El trauma puede ser el resultado de una amplia gama de experiencias que incluyen mudarse a un nuevo país, trastornos familiares, inseguridad alimentaria y de vivienda, racismo, intimidación, homofobia, negligencia, abuso, una enfermedad grave y presenciar o experimentar violencia.

El objetivo del aprendizaje informado sobre el trauma es apoyar a los niños con experiencias de vida difíciles y desafiantes, debe hacerse sin posicionar a los jóvenes como «dañados”.

Elizabeth Dutro, profesora de estudios de lectoescritura en la Universidad de Colorado Boulder, dice que las escuelas informadas sobre el trauma se enfocan en reconocer que la vida de los estudiantes no se detiene antes de cruzar la puerta de la escuela. Trabajan para crear una cultura que fomenta el bienestar en el aula, ve a todos los estudiantes como personas dignas y crea un entorno seguro y de apoyo. El concepto a menudo está estrechamente relacionado con los programas de aprendizaje socioemocional, que les enseñan a los estudiantes a comprender y regular sus emociones.

Dutro dice que, si bien el objetivo del aprendizaje informado sobre el trauma es apoyar a los niños con experiencias de vida difíciles y desafiantes, debe hacerse “sin posicionar a los jóvenes como dañados”. En cambio, los maestros deben ayudar a los niños a darse cuenta de que están “llenos de conocimientos y recursos para su aprendizaje, incluso basados en esas experiencias”.

Si bien un número cada vez mayor de escuelas está adoptando prácticas informadas sobre el trauma, los investigadores dicen que se necesitan más investigaciones y recursos para brindar ayuda efectiva a los estudiantes traumatizados. Un artículo publicado en Review of Research in Education en 2019 (enlace en inglés) encontró que entre los 33 estudios que analizó sobre la educación informada sobre el trauma, todavía no existe una metodología dominante o formal para capacitar a los maestros y al personal, pero se necesita desesperadamente. Los investigadores establecen: “…los profesionales de la escuela se enfrentan a diario a los impactos del trauma en la vida de los estudiantes”. Piden más investigación y recursos dedicados a capacitar a los educadores en la enseñanza informada sobre el trauma.

Cómo afectan los traumas la vida y el aprendizaje de un chico

En un estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y Kaiser Permanente(enlace en inglés), casi el 65 por ciento de los participantes adultos informaron al menos una experiencia infantil adversa (ACE, por siglas en inglés) que se considera un evento traumático. Aproximadamente uno de cada cuatro de los encuestados informó haber experimentado cuatro o más eventos traumáticos en la infancia.

Según el sitio web de la Iniciativa de Políticas de Aprendizaje y Trauma (TLPI, por sus siglas en inglés, enlace en inglés), el trauma no es el evento en sí, sino la respuesta a «uno o más eventos abrumadoramente estresantes en los que la capacidad de afrontar la situación se ve dramáticamente debilitada». Según TLPI, las experiencias traumáticas pueden generar dificultades sociales, emocionales y académicas que pueden afectar gravemente al resto de la vida de los niños. La investigación ha vinculado las respuestas a eventos traumáticos con un mayor riesgo de enfermedad mental y suicidio, abuso de alcohol y problemas de salud como enfermedades cardíacas, enfermedades del hígado, diabetes, cáncer y accidente cerebrovascular (enlace en inglés) en la edad adulta. Las experiencias adversas de la infancia (Adverse Childhood Experiences, ACEs por sus siglas en inglés) también se han asociado con el ausentismo escolar crónico (enlace en inglés) y un menor nivel educativo (enlace en inglés).

Pero las escuelas pueden contribuir a contrarrestar estos efectos apoyando activamente a los estudiantes que puedan estar luchando con algún trauma en sus vidas. El objetivo es que los educadores brinden apoyo (sin ser entrometidos) y ayuden a los estudiantes a desarrollar su resiliencia haciéndolos sentir vistos, conectados e incluidos en una comunidad. “Desde el punto de vista de un educador, se entiende que a veces el comportamiento del niño no es lo que podríamos etiquetar como mal comportamiento, sino comportamiento estresante: el cuerpo interpreta una situación peligrosa”, dice Tom Emery, un educador que dirige la capacitación en prácticas informadas sobre el trauma en Woodstock Union High School en Woodstock, Vermont. Una vez que los educadores comprendan que el “mal comportamiento” a menudo tiene su origen en un trauma relacionado con el estrés, agrega Emery, “podemos comenzar a deconstruir algunas de las cosas en torno a cómo respondemos a eso e intervenir de diferentes maneras”.

Cómo es una escuela informada sobre el trauma

El enfoque de cada escuela para el aprendizaje informado sobre el trauma es único. TLPI aboga por un proceso “basado en la investigación” que pide a los educadores que analicen todos los niveles de las operaciones escolares, desde las políticas y los procedimientos hasta la participación familiar y el desarrollo profesional.

TLPI define una escuela informada sobre el trauma como aquella en la que los adultos comparten una comprensión de cómo el trauma afecta el aprendizaje, apoyan a todos los estudiantes para que se sientan seguros, abordan las necesidades de los estudiantes de manera holística y conectan explícitamente a los estudiantes con la comunidad escolar.

“Todo estudiante debe saber que hay un lugar seguro al que ir. Y esto no va con: ‘Por favor, sal de mi salón de clases porque estás distrayendo a los demás’”, dice Dutro. “El estudiante puede elegir o se le puede ofrecer personas con quienes hablar y un lugar donde encontrar a estas personas con las cuales se puede sentir seguro, y donde no será castigado por estar fuera de lugar”.

En Woodstock Union High, ese espacio seguro es la sala de consejería. Se asigna un consejero capacitado para que atienda el salón para cada bloque del día escolar y los estudiantes que necesitan un oído atento pueden pasar en cualquier momento. En ese espacio, la directora de consejería Gabriella Durgin dice que el énfasis siempre está en la comodidad y el apoyo. “Rediseñamos la habitación cada año según lo que pensamos que podría fluir. El año pasado teníamos una enorme mesa de jardín zen con sillones puff, por lo que era un ambiente realmente acogedor”, dice. “Y la palabra ‘confidencialidad’ está escrita en la pared».

Salem Academy tiene un espacio similar llamado la sala Mindful Moments (momentos conscientes), donde los estudiantes pueden tomar un descanso durante unos minutos o incluso una hora cuando se sienten abrumados. Callahan explica que las prácticas informadas sobre el trauma abarcan todos los aspectos del día escolar, desde la forma en que los maestros saludan a los estudiantes por la mañana hasta la forma en que manejan el comportamiento en el aula o reaccionan ante un estudiante que tiene problemas para participar. Los educadores de la escuela incluso crearon videos que modelaron estas interacciones rutinarias a través de una lente informada sobre el trauma para ayudar a capacitar a otros miembros del personal.

“Ser coherente es muy importante cuando se trata de prácticas informadas sobre el trauma”, indica Callahan. “Debido a que los estudiantes que han experimentado un trauma están en alerta máxima, esperan que las cosas sean inconsistentes o que sucedan cosas malas de la nada… están muy atentos”.

Crear un entorno de aprendizaje informado sobre el trauma también se trata de ayudar a todos los estudiantes a sentirse conectados con su escuela, dice Callahan, por lo que Salem Academy ha estado trabajando para hacer que sus ofertas extracurriculares sean más inclusivas. La escuela ha trabajado en las producciones teatrales escolares para darles una mejor bienvenida a quienes están aprendiendo el idioma inglés, ofreciendo ayuda después de la escuela para prepararse para las audiciones.

Implementar prácticas sensibles al trauma no significa que la disciplina se vaya por la ventana. Salem Academy ha cambiado su enfoque para abordar los problemas disciplinarios de manera colaborativa en el aula en lugar de sacar a los estudiantes cuando surge un comportamiento difícil. “No debemos malinterpretar ‘seguro y solidario’ como ‘no seas constante y no hagas responsables a los niños’, porque en realidad ocurre lo contrario”, dice Callahan.

Cómo lidiar con el trauma que sucede dentro de la escuela

La educación sensible al trauma a veces se enmarca como una forma de responder al trauma que ocurre fuera de la escuela. Pero Dutro dice que ese enfoque no captura la imagen completa. Especialmente para los estudiantes de color, los estudiantes con discapacidades y aquellos de la comunidad LGBTQ+, el trauma también puede ocurrir y ocurre dentro de la escuela.

“La escuela le causa trauma a muchos estudiantes y creo que esa pieza se pierde”, dice Dutro. “Y creo que cuando se piensa de manera crítica y equitativa en la práctica informada sobre el trauma, perder de vista eso realmente nos quita la responsabilidad a los adultos en las escuelas y al sistema escolar”.

Por eso Dutro dice que el personal y los maestros tienen la responsabilidad de examinar dónde está ocurriendo el daño en la escuela y encontrar formas de desafiar o repensar esos sistemas, y al mismo tiempo apoyar a los estudiantes que atraviesan experiencias difíciles fuera de la escuela. La lectura recomendada por Dutro para los educadores sobre este tema es Equity-Centered Trauma-Informed Education (Educación centrada en la equidad informada sobre el trauma, enlace en inglés) de Alex Shevrin Venet.

Callahan señala que las escuelas también deben tener en cuenta que los estudiantes no tienen la obligación de compartir su trauma. Con un enfoque que involucre a toda la escuela, los educadores deben centrarse en construir relaciones y asegurarse de que todos los estudiantes tengan conexiones y apoyo sin ser señalados como “traumatizados”.

“A veces sabemos sobre los antecedentes traumáticos de un estudiante, pero los estudiantes no van a venir a nosotros con etiquetas”, dice Callahan. “Por lo tanto, siempre existe ese delicado equilibrio cuando se trata de comprender los antecedentes de los estudiantes, y debemos tener la competencia cultural para asegurarnos de que conocemos a nuestros estudiantes no solo en el contexto de su cultura, sino también como individuos”.

El aprendizaje informado sobre el trauma beneficia a todos los estudiantes; no está dirigido solamente a aquellos que han experimentado un trauma. Cristina quiere recordarles a los educadores que no obliguen a los estudiantes a compartir lo que han pasado. “Hay algunos maestros con los que no tengo una buena relación y me preguntaban: ‘¿Qué pasa?’, y yo no les respondía”, recuerda. “No creo que a los estudiantes les guste esa presión solo para decirles a los maestros lo que quieren escuchar”.

Los siguientes pasos

Para los padres

  • Busca escuelas que incluyan la enseñanza informada sobre el trauma o el aprendizaje informado sobre el trauma (TIL, por sus siglas en inglés) como una de sus prácticas de enseñanza principales. Pregúntale al director y a otros miembros del personal si están familiarizados con el TIL. Para tener una idea del compromiso de tu escuela de crear una cultura informada sobre el trauma, puedes comenzar por preguntar cómo apoyan los educadores a los estudiantes de una manera holística. “¿Cuál es su enfoque para el mal comportamiento en el aula?”. Callahan sugiere preguntar también: “¿Qué hacen para asegurarse de que todos los estudiantes sean conocidos y vistos?”.

Para los educadores y administradores

  • Para aprender más sobre un enfoque escolar integral basado en la educación informada sobre el trauma, dale un vistazo a la página web “Trauma and Learning Policy Initiative”, (enlace en inglés) la cual ofrece una amplia gama de recursos virtuales y ha publicado dos volúmenes de su guía: Helping Traumatized Children Learn (“Ayudando a los niños traumatizados a aprender”, enlace en inglés).