“Viví momentos de mucha ansiedad… Tuve un ataque de pánico”.
El miedo se apoderó de Sol Garcia, de La Joya, Texas, mientras perseguía el sueño de convertirse en la primera persona de su familia de inmigrantes en asistir a la universidad. “Mi padre nació en México”, señala Garcia, quien explica que su padre solo estudió hasta segundo grado. “Trabaja todos los días bajo el sol… en el campo. Quería llenarlo de orgullo”.
Sol intentaba abrir una puerta que se encuentra prácticamente cerrada. Las universidades de Estados Unidos son prácticamente inalcanzables para los estudiantes de familias de bajos recursos. Un escaso 3 por ciento de estudiantes en las 146 mejores universidades del país provienen de familias con el nivel más bajo de ingresos. Solo un 9 por ciento de estudiantes de familias de bajos recursos se gradúa de la universidad, en comparación al 54 por ciento de estudiantes provenientes de familias de clase más alta (enlace en inglés).
¿Alcanzó Sol su estresante objetivo? ¿Se inscribió en las clases correctas, obtuvo el promedio de calificaciones exigido, pagó el costo exorbitante, atravesó el complicado proceso del FAFSA/SAT/ACT/AP, logró presentar el ensayo de admisión a la universidad, cumplió con las estrategias de admisión anticipada, las cartas de recomendación y las fechas límite? “Hoy en día asisto a la universidad University of Texas (UTRGV) en el Valle de Río Grande”, relata. “Doble especialización en Inglés y Comunicación de Masas. Recibí $96.000 en becas”.
La victoria de Sol se debe a su incansable valentía y ética laboral. Sin embargo, también recibió apoyo diariamente en un sinfín de formas de parte de consejeros, maestros y otros miembros del personal en su alma mater: Jimmy Carter Early College High School. Su improbable éxito genera la interrogante: ¿qué pasos deberían seguir todas las escuelas secundarias para lograr que el éxito de Sol sea más común que el lamentable 3 por ciento?
Tras estudiar a distintas escuelas secundarias de Estados Unidos que constantemente logran con éxito que un número elevado de estudiantes de bajos recursos asistan a la universidad, GreatSchools descubrió ocho recursos importantes que estas escuelas secundarias enfocadas en la universidad suelen brindarles a sus estudiantes y a sus familias.
1. Clases de transición a la universidad
Muy pocas escuelas secundarias ofrecen clases diseñadas exclusivamente para la preparación universitaria. Estas clases brindan información clara y detallada, y habilidades relevantes para ayudar a los estudiantes con el proceso de búsqueda de universidades, solicitud de admisión y ayuda financiera. Las escuelas que ofrecen este tipo de clases logran satisfacer las necesidades de sus estudiantes, sobre todo las de aquellos que serán los primeros en su familia en ir a la universidad.
Puede que no exista mejor ayuda para los estudiantes que aspiran asistir a la universidad que tener reuniones individuales con consejeros universitarios.
La academia Texas Academy of Biomedical Science (TABS) en Fort Worth, Texas, ofrece una clase llamada “cerebrología” que está a cargo de una maestra que tiene una maestría en estudios del cerebro. “Les explica a los estudiantes cómo estudiar, cómo tomar notas, cómo manejar el estrés”, explica el director Jack Jackson. En SABIS International, en Springfield, Massachusetts, a cada estudiante se le exige que asista a una clase de preparación universitaria y profesional un día a la semana durante toda su carrera en la escuela secundaria. Valle Verde Early College High School en El Paso, Texas, ofrece un curso de transición a la universidad dos veces a la semana que comienza desde el primer año hasta el final del penúltimo año de escuela secundaria. IDEA Frontier Charter School en Brownsville, Texas, exige que todos los estudiantes tomen el curso llamado “El trayecto hacia y durante la universidad”, el cual comienza en noveno grado. Los estudiantes en cursos de transición a la universidad aprenden todo lo necesario para la etapa en la que están. En Valle Verde High School, explica el director Paul Covey, las clases de primero y segundo año “les enseñan a los niños a tomar notas, a leer un libro de nivel universitario y a interactuar con profesores universitarios”. En el último año, el curso se centra en el proceso de ayuda financiera, los ensayos de admisión a la universidad y el diseño de currículums, y los estudiantes deben enviar solicitudes a ocho universidades y optar por 10 becas.
2. Talleres de información universitaria para padres
Los padres de familias de bajos recursos suelen pensar que ir a la universidad es demasiado costoso y, por lo tanto, imposible para sus hijos. Muchos “simplemente ven la universidad como un sueño imposible”, afirma la consejera académica Leah Liguori de East Lake High School en Tarpon Springs, Florida, “porque es posible que desconozcan los recursos a su alcance”. En talleres públicos y reuniones individuales, los consejeros universitarios en la escuela secundaria deberían estar disponibles para explicar por qué la universidad es una meta alcanzable, independientemente del ingreso o estatus migratorio de una familia. La red de escuelas chárter Pioneer Charter Schools of Science en Everett, Massachusetts, ofrece presentaciones informativas anuales sobre ayuda financiera para padres de estudiantes de penúltimo y último año de escuela secundaria. SABIS International ofrece una noche dedicada a brindar información sobre la universidad a los padres de los estudiantes de primer año de escuela secundaria, además de una noche dedicada a completar las solicitudes FAFSA para los padres de estudiantes de último año. Muchas escuelas secundarias accesibles para los padres, como Grayson High School en Loganville, Georgia, también ofrecen consejería individual, investigación sobre ayuda financiera y horarios de asistencia para los padres de estudiantes con planes de asistir a la universidad.
3. Consejeros universitarios y centros de consejería universitaria
Un reporte de la Universidad de Harvard (enlace en inglés) afirma que la proporción promedio de estudiantes y consejeros en Estados Unidos es de 417 por 1, casi el doble de la cifra de 250 por 1 que recomienda la Asociación Estadounidense de Consejeros Escolares (ASCA, por sus siglas en inglés). La proporción de estudiantes y consejeros en California es la más alta del país con un promedio de 951 estudiantes por 1 consejero universitario (enlace en inglés). Las escuelas secundarias que logran que los estudiantes de familias de bajos recursos asistan a la universidad suelen ofrecer una proporción de estudiantes y consejeros más equitativa. IDEA Frontier Charter School, por ejemplo, tiene tres consejeros y los 90 estudiantes de último año se dividen en partes iguales. Jimmy Carter Early College High School, donde estudió Sol, cuenta con una proporción de 70 por 1 en su “Centro de Consejería”, el cual está ubicado convenientemente en el segundo piso de la biblioteca y está equipado con 15 computadoras. “El Centro de Consejería me salvó la vida”, relata Sol. Los consejeros deberían saber cómo usar sistemas software de preparación universitaria como Naviance y Avid (enlaces en inglés), los cuales pueden ayudar a identificar las universidades correctas a las cuales enviar una solicitud de admisión. Por ejemplo, Naviance usa información sobre las clases y calificaciones de cada estudiante para sugerir universidades que estén al alcance y que podrían ofrecer becas. Los mejores consejeros premian el esfuerzo de los estudiantes con elogios estratégicos. Dana Pugh, la directora de Grayson High School, afirma que los ocho consejeros del Centro Universitario y Profesional de su escuela usan una cartelera de gran tamaño llamada “Carneros alcanzado el éxito” (El carnero es la mascota de la escuela) para resaltar las universidades que han aceptado a sus estudiantes. “Publicamos su foto y el nombre de la universidad a la que asistirán… los estudiantes preguntan… ‘¿Recibieron mis datos?’, y les decimos: ‘¡Traigan su carta de admisión y la publicaremos!’”.
4. Consejería individual
Puede que no exista mejor ayuda para los estudiantes que aspiran asistir a la universidad que tener reuniones individuales con consejeros universitarios. En la red de escuelas chárter Pioneer Charter Schools of Science, la consejería individual comienza con dos reuniones por estudiante en el segundo semestre de 11.° grado; en 12.° grado, los estudiantes pueden tener tantas reuniones como deseen. Sol relata que en su escuela secundaria, Jenny, la consejera, siempre estaba disponible cuando los estudiantes querían reunirse con ella. “Simplemente íbamos de improviso cuando teníamos alguna pregunta durante el almuerzo, por ejemplo, y preguntábamos: ‘¿Cree que pueda ayudarnos?’. No le molestaba en lo absoluto. Respondía: ‘Claro, por supuesto, comencemos’”. Los consejeros de IDEA Frontier Charter School adoptan las prácticas más eficaces durante sus reuniones individuales para orientar de forma estratégica a los estudiantes hacia las universidades correctas, de acuerdo a sus méritos, necesidades financieras y necesidades personales, como la ubicación y cultura del campus. “Diseñamos una lista de universidades cuidadosamente seleccionadas a las que nuestros estudiantes pueden enviar sus solicitudes de admisión, combinando universidades de dentro y fuera del estado, y los apoyamos durante el proceso”, explica Humberto Valdez, el director de consejería en IDEA Frontier Charter School. “Si nuestros niños envían sus solicitudes a cualquier universidad que encuentren en internet, algunas los aceptarán, pero no lo harán con un paquete de ayuda financiera lo suficientemente generoso para hacer factible la asistencia o matriculación. Con nosotros, no se trata solamente de solicitar admisión a la universidad. Se trata de solicitarla a las universidades correctas”.
5. Preparación para el SAT y ACT
Con frecuencia, las universidades examinan las calificaciones en el examen SAT o ACT de los candidatos para comprobar si el estudiante está preparado para los rigores educativos de su institución. Generalmente, tienen expectativas específicas respecto a las calificaciones. Superar el promedio aumenta las probabilidades de los estudiantes. Estar por debajo de ese promedio podría resultar en una carta de rechazo. Las escuelas secundarias pueden ayudar a sus estudiantes a ingresar a la universidad de sus sueños ofreciéndoles cursos de preparación para el SAT (y ayudando a los estudiantes a entender el impacto que sus calificaciones en las pruebas tendrá en sus posibles universidades). La red de escuelas chárter Pioneer Charter Schools of Science ofrece preparación para el SAT a todos los estudiantes de penúltimo año de escuela secundaria. IDEA Frontier Charter School ofrece cursos de preparación para el ACT en 9.°, 10.° y 11.° grado. Increíblemente, Pine View School en Osprey, Florida, cubre los gastos de los estudiantes de 9.° grado para presentar el PSAT. Además, ofrece el SAT de forma completamente gratuita para los estudiantes de familias de bajos recursos. Teniendo en cuenta que el examen SAT tiene un costo de $52, o $68 con el ensayo de admisión a la universidad, estos subsidios marcan una gran diferencia. Por otro lado, Pine View ofrece un curso de preparación para el SAT después de clases que es subsidiado o con descuento para los estudiantes que lo necesiten. La consejera académica de East Lake High School, Leah Liguori, les da un consejo a los estudiantes de familias de bajos recursos. “Los consejeros necesitan saber cómo optar por exámenes SAT/ACT gratuitos para los estudiantes que cumplan los requisitos, y que usar una exención gratuita de pago para el SAT también puede brindarle al estudiante cuatro exenciones de pago para las solicitudes de admisión”.
6. Ferias universitarias, tours y tutoría entre estudiantes
Los estudiantes de escuela secundaria de familias de bajos recursos suelen notar que son capaces de inscribirse y avanzar en la universidad si reciben motivación de otros estudiantes de más edad que ya atravesaron esa etapa. De la misma forma, visitar campus universitarios y observar niños similares a ellos disfrutando la experiencia es una buena fuente de motivación. Las ferias universitarias también brindan la inspiradora oportunidad de hablar con los directores de admisión y estudiantes actuales.
En otoño del 2022, el director de Pine View, Stephen Covert, cuenta que organizarán un programa similar a las conferencias “TED” con los alumnos que se hayan graduado recientemente, “para que compartan su experiencia con el proceso de solicitud de admisión a la universidad con nuestros estudiantes actuales”. Mater Performing Arts Academy en Hialeah Gardens, Florida, invita a sus exalumnos durante las vacaciones de primavera para que se reúnan con los estudiantes actuales. También promueven programas académicos de verano, enviando a sus estudiantes a campus lejanos como Cornell University y Carnegie Mellon University. Además, cubren los gastos para que los estudiantes realicen tours anuales a universidades por toda Florida.
En 2021, las ferias universitarias comenzaron a celebrarse en línea debido al Covid-19. Los consejeros pueden incentivar a los estudiantes de penúltimo y último año de escuela secundaria a asistir a estos eventos reveladores, como BigFuture Days, celebrado en los 50 estados por College Board. Al participar, los estudiantes pueden charlar con representantes estudiantiles de casi 500 universidades y hacer preguntas durante las sesiones en vivo a los encargados de las admisiones a la universidad.
7. Consejería sobre el apoyo financiero
FAFSA (Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes) otorga a los estudiantes más de $120.000 millones al año en ayuda financiera del Departamento de Educación de los Estados Unidos. Las familias de bajos recursos pueden optar por hasta $30.000 en asistencia universitaria al año en subvenciones (dinero gratuito que no tiene que ser devuelto) y préstamos (con mejores términos e índices de interés, pero que necesitan ser devueltos). (Puedes usar el calculador de FAFSA para ver un estimado del monto por el que tu estudiante podría optar en subvenciones y préstamos). Sin embargo, el intimidante formulario “tiene más de 180 preguntas y es más de tres veces más largo que el formulario del impuesto federal sobre la renta”. Incluso Bill Gates piensa que es “demasiado complicado y confuso”, lo que explica por qué miles de millones de dólares quedan sin ser reclamados todos los años, pues los candidatos se intimidan ante la dificultad. Idealmente, todas las escuelas de Estados Unidos deberían brindar asistencia a las familias con el FAFSA, sobre todo aquellas que no dominan el inglés.
La escuela chárter SABIS International Charter School cuenta con un especialista en ayuda financiera en su centro de consejería universitaria. “Esta persona charla con cualquier estudiante de último año de escuela secundaria que esté interesado en completar el FAFSA”, explica Thomas Campagna, supervisor del departamento de consejería. “El especialista también está disponible para reuniones grupales e individuales con los padres”.
Cada septiembre, la red de escuelas chárter Pioneer Charter Schools of Science ofrece presentaciones sobre el FAFSA a todos los estudiantes de penúltimo y último año y a sus padres, al igual que asistencia individual para los estudiantes de último año y sus padres. La consejera académica de East Lake High School, Leah Liguori, afirma que en su escuela ofrecen una “noche de consultas sobre ayuda financiera para ayudar a los padres con dificultades no solo a entender el proceso para obtener ayuda financiera, sino también sesiones donde los padres pueden traer todos sus documentos y alguien se sentará con ellos a ayudarlos a completar el FAFSA”. (FAFSA es la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes. Los estudiantes indocumentados pueden solicitar ayuda financiera mediante la Ley Dream y, en ocasiones, directamente de las universidades en las que son admitidos).
8. Ayuda con las becas
Aparte de ayuda financiera, existen miles de becas universitarias que ofrecen más de $24.000 millones en fondos para la universidad (enlace en inglés). Las escuelas secundarias que logran que los estudiantes de familias de bajos recursos asistan a la universidad brindan asistencia con becas de distintas formas. Algunos consejeros universitarios crean listas de becas relevantes en la página web de la escuela. Bad Axe High School en Bad Axe, Michigan, brinda enlaces con más de 100 becas en todo el país (enlace en inglés). SABIS International envía información sobre becas a través de correos electrónicos, llamadas automatizadas y anuncios en la escuela. Grayson High School tiene computadoras disponibles tanto para estudiantes como para padres, con un miembro designado del personal para encontrar becas, publicarlas y crear un registro del avance de los estudiantes en el proceso de solicitud de admisión a la universidad. Puede que el mejor de todos sea el enfoque de Valle Verde High School, el cual exige que todos los estudiantes de último año que asisten al curso de transición a la universidad soliciten 10 becas.
Se necesita más apoyo
Incluso cuando se implementan estos ocho pasos, el enorme costo de inscribirse y graduarse de la universidad sigue siendo un gran desafío para los estudiantes de familias de bajos recursos. “Lamentablemente, hay tanta competencia que solo los mejores cinco logran que su carrera universitaria sea costeada”, señala la consejera académica Leah Ligouri. “Si no perteneces a ese grupo, te seguirás viendo obligado a pedir préstamos”. También es injusto, observa la consejera, que los estudiantes de familias de bajos recursos solo puedan permitirse realizar el SAT una o dos veces, mientras otros estudiantes lo hacen hasta “siete veces”.
Puntos clave
Para los padres
Identifica los siguientes aspectos en una posible escuela secundaria:
- Grandes cantidades de graduados que obtienen becas universitarias.
- ¿Cuántos estudiantes graduados de familias de bajos recursos asisten a universidades de 2 y 4 años? ¿Se les otorgan becas universitarias a los estudiantes con regularidad?
- Una buena proporción de estudiantes y consejeros.
- Busca una proporción de 250 estudiantes por consejero (o una proporción mejor). Pregunta sobre la frecuencia con la que los estudiantes y padres tienen sesiones individuales con consejeros y lo que implica el programa de consejería universitaria.
- Cursos de transición a la universidad y preparación para el SAT.
- Las escuelas secundarias comprometidas a lograr que los estudiantes vayan a la universidad deberían ofrecer cursos de transición a la universidad y preparación para el SAT.
- Talleres de ayuda financiera para los padres.
- Pregúntale a tu escuela secundaria si ofrece orientación para las solicitudes FAFSA, y si es así, cómo y con qué frecuencia.
- Los programas de Matrícula doble y AP (clases de colocación avanzada) son opciones ampliamente disponibles que permiten que los estudiantes se inscriban en clases de nivel universitario y potencialmente adquieran crédito universitario durante la escuela secundaria. Consulta sobre lo que ofrece tu escuela secundaria y cómo pueden los niños tener acceso a estas clases.
- Presentaciones de exalumnos y directores de admisiones: Hablar con directores de admisiones y exalumnos de su escuela secundaria que ahora asisten a la universidad puede ser una gran fuente de motivación para los estudiantes de penúltimo y último año.
- Reconocimiento a los estudiantes de último año que vayan a la universidad: Buscar una cartelera en la escuela y otros estímulos que promuevan la universidad, como listas en la página web de la escuela de las universidades a las que ingresaron los estudiantes graduados.
Para los educadores y administradores
- Leer más (en este sitio web) sobre estos programas y otros métodos respaldados por investigaciones que les permiten a las escuelas y distritos apoyar a los estudiantes.
- Comunicarse con los directores de estas escuelas para saber más sobre cómo organizan sus programas, lo que funciona y las lecciones que han aprendido.