En 2016, cuando Kareem Farah comenzó a enseñar matemáticas en Eastern High School en Washington, D.C., rápidamente se dio cuenta del enorme desafío que enfrentaba para enseñar y llegar a sus estudiantes. Algunos experimentaban con regularidad un trauma tan intenso en el hogar y en sus vecindarios que apenas lograban cumplir con sus obligaciones académicas. Aquellos que tenían más dificultades solían ausentarse. Muchos otros estudiantes que se presentaban a clase, con regularidad tenían problemas para concentrarse en el trabajo de clase.

“Me di cuenta de que el enfoque tradicional de proporcionar información en vivo es profundamente inequitativo e insensible a las necesidades de los estudiantes”, dijo Farah. Así que él y su colega, el maestro Robert Barnett, cambiaron el sistema. Crearon un aula de aprendizaje semipresencial que, esperaban, les daría a todos los estudiantes la educación que se merecían.

Una nota sobre el aprendizaje semipresencial frente al aprendizaje a distancia

Dado que muchas familias vivieron el aprendizaje a distancia durante la pandemia y, por lo tanto, las clases eran diferentes y casi completamente en línea, puede ser fácil confundir los dos. Sin embargo, no son iguales. En el aprendizaje a distancia el maestro está en un lugar, el estudiante en otro y los dos interactúan a través de la tecnología en una pantalla. En ese caso, el maestro está hablando y los chicos están escuchando y aprendiendo. El aprendizaje a distancia puede ser aprendizaje semipresencial, pero no todo el aprendizaje semipresencial es a distancia (lee sobre los tres modelos principales de aprendizaje semipresencial que se describen a continuación). La clave del aprendizaje semipresencial es que los estudiantes aprenden lecciones a su propio ritmo utilizando tecnología, libros o proyectos (en persona en el aula, en línea en el aula o en línea en casa), y que el maestro está disponible para ayudar a los estudiantes cuando tengan una pregunta o se enfrenten a un desafío.

Una combinación de aprendizaje en clase y en línea

El aprendizaje semipresencial es un término amplio que se utiliza para describir una forma relativamente nueva de enseñanza que aprovecha la tecnología, al tiempo que cambia el papel del maestro. Tradicionalmente, los maestros se paran frente a la clase y dan una lección, a esto a veces se le llama “sage on the stage” (sabio en el escenario). Pero el aprendizaje semipresencial convierte a los maestros más en un “guía de al lado” que actúa como un entrenador educativo. Cuando el aprendizaje semipresencial se lleva a cabo adecuadamente, los estudiantes se convierten en aprendices más activos que en un aula tradicional. En lugar de escuchar lecciones, los estudiantes toman lecciones en línea a su propio ritmo y colaboran con sus compañeros.

Si bien algunas formas de aprendizaje semipresencial utilizan muy poca tecnología, otras dependen en gran medida del aprendizaje en línea.

Si bien algunas formas de aprendizaje semipresencial utilizan muy poca tecnología, otras dependen en gran medida del aprendizaje en línea para involucrar a los estudiantes y ofrecer contenido educativo. Thomas Arnett, investigador principal del Clayton Christensen Institute, dice que, al utilizar el aprendizaje en línea, incluso cuando los estudiantes están en el aula, los maestros pueden hacer un mejor trabajo apoyando a los estudiantes. Es especialmente eficaz, señala, para los chicos que tienen dificultades por varias razones: el aprendizaje semipresencial facilita que los maestros personalicen la instrucción, les da a los estudiantes más control sobre su educación y aumenta la cantidad de interacción personal entre maestros y estudiantes.

A los críticos les preocupa que algunas escuelas intenten reemplazar a los maestros con computadoras y así privar a los estudiantes de una instrucción importante en persona. Pero de acuerdo con proponentes como Andy Calkins, director de Next Generation Learning Challenges, siempre que se haga bien, es todo lo contrario. Los maestros en las aulas de aprendizaje semipresencial “dicen que tienen conversaciones e interacciones más profundas con sus chicos que antes”.

Además, incluso más que la escuela tradicional, las escuelas de aprendizaje semipresencial pueden ayudar a que los estudiantes sean exitosos al permitirles aprender en sus propios horarios, fuera del edificio de la escuela. Esto es invaluable para los estudiantes con conflictos de horarios, crisis familiares o enfermedades. También cambia las reglas del juego para los estudiantes con dificultades de aprendizaje a los que se les permite trabajar a su propio ritmo.

Enseñándoles habilidades fundamentales para la vida

En la mayoría de los modelos de aprendizaje semipresencial, los maestros evalúan frecuentemente en línea a los estudiantes. Esto les permite establecer fácilmente si los estudiantes están bien encaminados, listos para aprender lo siguiente o si se están quedando atrás.

Un sólido programa de aprendizaje semipresencial también se centra en lo que se conoce como “aprendizaje activo”, en el que los estudiantes trabajan juntos y de forma independiente. En lugar de proporcionar contenido a la clase en forma de lecciones, los maestros trabajan con los estudiantes individualmente o en grupos pequeños, brindando ayuda cuando es necesario.

Esto fomenta una especie de asociación educativa entre maestros y estudiantes, dice Arnett, del Clayton Christensen Institute, y les enseña a los estudiantes a asumir “una mayor responsabilidad por su propio aprendizaje”, lo que, agrega, es una buena preparación para la vida “en el mundo real”.

Las muchas caras del aprendizaje semipresencial

Hay tres modelos básicos de aprendizaje semipresencial: aulas invertidas, estaciones y a la carta.

Las aulas invertidas es la forma más común de aprendizaje semipresencial. Da un vuelco al enfoque habitual que hace que los maestros proporcionen material nuevo en clase (a menudo en una lección). En cambio, los maestros proporcionan nuevos materiales que se asignan a los estudiantes para que los revisen por su cuenta. Más tarde, en clase, los estudiantes realizan tareas relacionadas para repasar, practicar y desarrollar esa información, frecuentemente en colaboración con compañeros de clase.

Después de que Farah se dio cuenta de las deficiencias de sus lecciones en vivo en el aula, con tantos estudiantes ausentes o desinteresados, Barnett y él reemplazaron esas lecciones con sus propios videos de seis a nueve minutos que los estudiantes podían ver cuando quisieran. Luego, en clase, los estudiantes hacían tareas relacionadas con un video determinado, y todos trabajaban en el mismo tema pero a su propio nivel y velocidad. “En lugar de simplemente entregar información”, dice Farah (quien con Barnett fundó el Modern Classrooms Project para promover su enfoque de aprendizaje semipresencial) “el maestro está disponible en todo momento. Trabajas con ellos hasta que dominen la habilidad”.

El segundo modelo de aprendizaje semipresencial son las estaciones. Este modelo hace que los estudiantes se muevan entre las estaciones de aprendizaje. En una clase de inglés, por ejemplo, los estudiantes de una estación escriben viñetas inspiradas en la novela que están leyendo. En otra estación, podrían hacer una lección de gramática. En una tercera estación, se unirán a un grupo para discutir el tema de la novela. Estos grupos pequeños pueden facilitar que los estudiantes aprendan a través de la colaboración (un método de aprendizaje importante) y que los maestros interactúen más directamente con sus estudiantes.

A la carta, el tercer método de aprendizaje semipresencial, permite a los estudiantes elegir entre una lista de clases disponibles, incluyendo cursos presenciales y en línea. Las ofertas en línea brindan flexibilidad para los estudiantes que tienen dificultades para asistir durante un horario escolar establecido. El aprendizaje semipresencial a la carta también puede aumentar la cantidad de clases que puede ofrecer una escuela. Este modelo es mucho más virtual que los otros dos. Los estudiantes hacen la mayor parte de su trabajo en línea, excepto unas pocas horas a la semana cuando se reúnen en persona con maestros y otros estudiantes.

Los desafíos y la promesa futura del aprendizaje semipresencial

El cambio de una educación impartida estrictamente en el aula a un aprendizaje semipresencial conlleva muchos desafíos. Si bien un maestro o una clase individual pueden adoptar el aprendizaje semipresencial, generalmente se implementa en toda la escuela. La mayoría de los modelos dependen de al menos alguna tecnología, incluyendo el acceso de los estudiantes a dispositivos individuales, y eso cuesta dinero. Además, los maestros necesitan formación para adaptarse a esta nueva forma de aprendizaje. El aprendizaje semipresencial requiere que los maestros se sientan cómodos renunciando a su papel de maestros tradicionales, dice Calkins, y que en su lugar actúen como “facilitadores” y “administradores del aprendizaje”.

Si bien el aprendizaje semipresencial ha existido durante al menos dos décadas, los muchos estilos de aprendizaje semipresencial hacen que sea difícil evaluar su efectividad, dice Arnett. “Es como intentar estudiar colibríes, águilas, avestruces y pingüinos juntos para determinar si las alas permiten que un pájaro vuele”.

Algunos resultados de estudios más amplios son alentadores. Un metaanálisis del 2019 de 114 estudios sobre aulas invertidas (el tipo más común de aprendizaje semipresencial) en los Estados Unidos y en otros lugares encontró que las aulas invertidas dieron como resultado una mejora en los resultados del aprendizaje siempre que los estudiantes recibieran la misma cantidad de horas de clases presenciales que en un aula tradicional. (No hubo mejoría en la satisfacción de los estudiantes). “Llegamos a la conclusión de que un enfoque de invertir el aula (FTC, por sus siglas en inglés) es un enfoque pedagógico prometedor cuando se diseña correctamente”, indican los investigadores.

Pero también hay hallazgos menos prometedores sobre la efectividad del aprendizaje semipresencial. Un estudio del 2021 encontró que las escuelas de aprendizaje semipresencial tienden a tener una alta proporción de estudiantes por maestro en comparación con las escuelas públicas regulares. Es más, las tasas de graduación en 176 escuelas semipresenciales fueron solo del 64,3 por ciento, muy por debajo del promedio nacional del 85 por ciento.

Aun así, Gary Miron, un investigador que fue coautor de este estudio y otros estudios que muestran las limitaciones del aprendizaje semipresencial, argumenta que, a pesar de los resultados mixtos, la tecnología actual creará nuevas oportunidades para todos los estudiantes. “El aprendizaje semipresencial será el futuro”, dice Miron. Lo que se necesita, agrega, es más investigación sobre todos los modelos de aprendizaje semipresencial, “para descubrir la mejor manera de impartir educación”.

Después de un año de mucho aprendizaje en línea e híbrido durante la pandemia, está claro que las escuelas de todo el mundo han sido parte de un experimento nacional de aprendizaje semipresencial. El tiempo dirá si este modelo se adaptará y se utilizará de forma permanente y si los estudiantes se beneficiarán de esta combinación de aprendizaje en línea y en clase.

Qué buscar en las clases de aprendizaje semipresencial

Cuando se hace de forma adecuada, verás:

  • Maestros que trabajan con los estudiantes de forma individual y en grupos.
  • Trabajo adaptado a las habilidades, intereses y formas de aprendizaje del estudiante.
  • Evaluaciones frecuentes que determinan el dominio de conceptos y habilidades de un estudiante.
  • Maestros bien capacitados en el aprendizaje semipresencial y dispuestos a adaptarse a este nuevo estilo de enseñanza.

Cuando se hace de forma ineficaz, es posible que veas:

  • Clases demasiado numerosas que dificultan que los maestros presten la atención individual necesaria.
  • Un uso excesivo de la tecnología con poca interacción y enseñanza en persona.
  • Los estudiantes pasan a un tema nuevo demasiado rápido sin haber dominado el anterior.

Los siguientes pasos

Para los padres

Para decidir si el programa de aprendizaje semipresencial podría funcionar para tu hijo, pregúntate:

  • ¿Tiene mi hijo necesidades que no se satisfacen en un salón de clases tradicional? Estas pueden incluir un problema de salud que lo obliga a faltar a la escuela o un talento para las matemáticas que hace que el plan de estudios estándar y el ritmo sean aburridos.
  • ¿Están los maestros capacitados para el aprendizaje semipresencial? ¿Cuánto tiempo pasan los maestros con cada estudiante?
  • El aprendizaje semipresencial les da a los estudiantes más control sobre su educación. Pregúntate si tu hijo está listo para asumir una mayor responsabilidad en su educación.