Nota del editor: El siguiente artículo incluye referencias a la autolesión. Este contenido podría ser un detonante para algunos lectores. Si tú o alguien que conoces está considerando lastimarse, te invitamos a reflexionar y a tomar en cuenta que puedes buscar ayuda en Crisis Text Line en español.
*Se ha usado un seudónimo en este artículo para proteger la privacidad del estudiante citado.
Xander* se ha estado cortando los brazos y la muñeca con un cuchillo.
El estudiante de 16 años vive con cinco familiares en un apartamento de una sola habitación. Su madre se dedica a limpiar casas y a lavar platos, y solo habla español. Xander se ve forzado a asumir el rol de líder de la familia a causa de la ausencia de su padre. En respuesta a su estrés, Xander sufre de depresión y ansiedad, y comenzó a cortarse hace un par de años.
“Es una forma común de autolesión, un mecanismo de afrontamiento mal adaptado”, señala su psicólogo, Joseph Gutierez (enlace en inglés), antiguo consejero de escuela pública con un consultorio privado en el Condado de San Mateo, California, quien atiende a clientes referidos por escuelas saturadas.
Xander es parte del 41 por ciento de estudiantes de Estados Unidos que es criado en un hogar de familias de bajos recursos (enlace en inglés). Este grupo (que suele lidiar con un alojamiento inestable, inseguridad alimentaria y vecindarios violentos) es asociado con ciertos problemas de salud mental, tales como un alto índice de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los estudiantes de clase media y alta sufren por igual, o incluso más, los trastornos mentales, sugiere una investigación de la Universidad de Columbia (enlace en inglés).
“En hogares más pudientes, la ausencia de los padres, aunada a la falta de supervisión, reglas o límites, mientras se manejan altas expectativas y presión académica, genera inestabilidad mental”, señala Gutierez. “Los trastornos alimenticios, pensamientos suicidas e intentos de suicidio son prominentes en este grupo”.
La salud mental de los estudiantes de escuela secundaria (de familias pudientes, pobres y de todos los grupos étnicos) ha decaído desde la década de 1970 (enlace en inglés), y sigue decayendo con el paso de los años. Analiza estas lamentables estadísticas (enlaces en inglés):
- 13 por ciento de adolescentes entre los 13 y 17 años experimenta al menos un episodio grave de depresión al año. Esta cifra ascendió a 59 por ciento entre 2008 y 2017.
- 18,8 por ciento de estudiantes de escuela secundaria reportó considerar el suicidio con seriedad; 8,9 reportó haber intentado suicidarse. El suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los adolescentes de edades comprendidas entre los 14 y 18 años, después de las heridas accidentales.
- Casi 1 de cada 3 adolescentes (31,9 por ciento de adolescentes en Estados Unidos) padece de un trastorno de ansiedad diagnosticable.
- Entre el 14 y el 18 por ciento de estudiantes de escuela secundaria se corta o practica otras formas de autolesión.
¿Por qué los adolescentes padecen tantos problemas mentales en la actualidad? Una encuesta realizada por Harris Poll (enlace en inglés) reveló que las razones principales son las actividades académicas, pensar en el futuro, la presión familiar y el aislamiento social.
Aunque 1 de cada 4 adolescentes padece de problemas de salud mental, el 80 por ciento (enlace en inglés) jamás recibe ayuda en la escuela secundaria debido a la insuficiente cantidad de consejeros. (En las escuelas secundarias de Estados Unidos, la proporción promedio de consejeros y estudiantes es de 441 por 1).
Aunque 1 de cada 4 adolescentes padece de problemas de salud mental, el 80 por ciento jamás recibe ayuda en la escuela secundaria debido a la insuficiente cantidad de consejeros.
“Un consejero a tiempo completo puede atender a cinco estudiantes al día, como mucho”, explica Gutierez. “Eso se traduce en 25 estudiantes a la semana. Necesitan verse con estos estudiantes todas las semanas, pero la proporción de consejeros y estudiantes no es de 25 por 1 en California”. De hecho, California tiene la peor proporción de todo el país con 951 por 1 (enlace en inglés).
Peg Johnson, una consejera recientemente retirada de Chico High School en Chico, California, relata: “La proporción [de estudiantes por consejeros] era de 400 por 1. Eso hubiera funcionado si nos hubiéramos limitado a orientar sobre problemas académicos. Sin embargo, gran parte de nuestros días estaban repletos de problemas sociales y emocionales, sobre todo en los últimos ocho años, cuando el nivel de ansiedad iba en aumento”.
7 formas en que las escuelas secundarias con poco personal pueden combatir la creciente crisis de salud mental entre los adolescentes
1. Educando a todos sobre la salud mental
Tres estudiantes de Virginia de las escuelas Monticello High, Western Albemarle High y Albemarle High diseñaron y contribuyeron en la aprobación de una iniciativa en el año 2018 (enlace en inglés) para brindar educación sobre la salud mental en el estado desde kínder hasta doceavo grado en las escuelas públicas (enlace en inglés). La iniciativa fue patrocinada por el senador del estado Creigh Deeds, quien en el año 2013 fue apuñalado en repetidas ocasiones por su hijo, quien sufría de problemas mentales (enlace en inglés) y acabó suicidándose. Los objetivos educativos consisten en enseñarles a los estudiantes a mantener una buena salud mental, identificar síntomas, buscar ayuda y reducir el estigma asociado a los trastornos mentales.
La ley HB 18 de Texas (enlace en inglés) exige que todos los programas de capacitación docente deben enseñar estrategias para ayudar a los estudiantes con problemas de salud mental. El currículo de la capacitación en California también incluye la salud mental. Damian Martin, consejero de Woodland Senior High, señala: “Ahora los maestros hacen más preguntas porque están mejor capacitados para identificar signos de autolesión, abuso y depresión”.
2. Consejeros que se preocupan
Cuando la estudiante Sol García sufrió un ataque de pánico en Jimmy Carter Early College High School en La Joya, Texas, relató que “la consejera se me acercó de inmediato. Me ayudó mucho”. García felicita al personal de su escuela secundaria, describiéndolos como “muy interesados. Su prioridad era: ‘¿Todo bien con tu salud mental?, ¿qué podemos hacer para que te sientas mejor?’. Eso me ayudó mucho”. Para brindarles apoyo a los estudiantes a un nivel útil y empático como el descrito anteriormente, los consejeros necesitan estar comprometidos e informados. “La mejor técnica que podía ofrecer era escuchar e incentivar mediante la atención”, explica la exconsejera Peg Johnson. “Básicamente, actuaba con instinto maternal y un tono compasivo. Siempre intentaba incentivar a los estudiantes a hablar con sus padres y a crear un equipo de apoyo”.
3. Relajar la mente de los adolescentes
Las investigaciones demuestran que la meditación (enlace en inglés) contribuye a que los adolescentes disminuyan los “pensamientos sobre lastimarse, conductas problemáticas, estrés, ansiedad, impulsividad y trastornos psicológicos”. Paul Covey, director de Valle Verde Early College High School en El Paso, Texas, observó “ansiedad estresante y ataques de pánico” en los estudiantes. Para combatir esto, su escuela comenzó a realizar un “Minuto de meditación”, que consistía en meditar de forma silenciosa o escuchar sonidos de la naturaleza o música relajante todos los días para ayudar a los estudiantes a liberar sus mentes y relajarse. Además, abrieron un club de yoga y meditación para estudiantes. “A algunos maestros les gusta tanto el “Minuto de meditación” que lo hacen al comenzar cada clase”, afirma Covey. En Woodland Senior High, el consejero Damian Martin ayuda a los estudiantes con ansiedad al “convencerlos de escuchar música favorable para la relajación, como un mecanismo de afrontamiento. Recomiendo música lenta. Los incentivo a encontrar sus propias canciones que les suban el ánimo”.
4. Grupos sociales de apoyo
Woodland Senior High ofrece “grupos de afianzamiento personal, dirigidos especialmente a estudiantes con problemas de salud mental”, explica el consejero Damian Martin. “Ofrecemos el grupo ‘Mi fortaleza’ para los chicos y ‘Seamos fuertes’ para las chicas”, indica Martin. “Estos grupos ayudan a los adolescentes cohibidos a sincerarse y hablar sobre sus problemas”.
Atherton High School en Louisville, Kentucky, ofrece clubs sociales para mejorar la salud mental de los estudiantes. “Tenemos grupos internos que permiten que los estudiantes afroamericanos se sientan parte de una comunidad”, explica el director Thomas Alberli. Los estudios indican que las alianzas hetero-homosexuales (enlace en inglés) pueden traer beneficios para la salud mental de los estudiantes que participen en las mismas y la ansiedad racial se puede mitigar cuando se celebran reuniones multiculturales con el propósito de que niños de distintos grupos étnicos entablen amistad. Un estudio (enlace en inglés) realizado en las escuelas secundarias de California descubrió que los clubs iniciados por estudiantes reducían el estigma sobre los problemas de salud mental y que la clase de asesoramiento puede brindar estabilidad a los adolescentes con ansiedad si pueden acudir al maestro en busca de orientación y consejo (enlace en inglés).
5. Tiempo libre y terapia por mensajería
Hailey Hardcastle sufrió un ataque de pánico en Sherwood High School en Sherwood, Orlando, durante su penúltimo año de escuela secundaria. La experiencia la motivó a trabajar con otros tres estudiantes y dos grupos de presión sin fines de lucro para crear la versión preliminar de la propuesta de Ley 2191, la cual fue promulgada en el 2019. La reforma permite que los estudiantes se tomen días libres (sin asistir a la escuela) por asuntos relacionados a la salud mental, similares a los días de ausencia por enfermedad (enlace en inglés). Utah ofreció el mismo beneficio un año antes cuando incluyó la salud mental en su redefinición de ausencias permitidas (enlace en inglés).
Desert Hills High en Saint George, Utah, fue la primera escuela en implementar la “orientación por mensajería” hace cuatro años cuando adoptó SchoolPulse, una plataforma que ofrece una vía de comunicación sencilla, rápida y cómoda con los estudiantes. Los objetivos de este medio tecnológico son fomentar el bienestar mental, aumentar la prevención del suicidio y empoderar a los estudiantes para expresar sus sentimientos (enlace en inglés).
6. Ayuda adicional dentro y fuera de la escuela
Crockett High School en Austin, Texas, fue el lugar donde se inauguró el primer Vida Clinic. Abrió sus puertas en el 2012 como un centro de salud mental escolar. Su objetivo era demostrar que un “centro de salud mental accesible e informado sobre el manejo del trauma puede traer grandes beneficios a los estudiantes con problemas de depresión, ansiedad y trastornos generados por eventos traumáticos” (enlace en inglés). En cuestión de meses, los estudiantes que asistían mejoraron “en términos de calificaciones, conducta y bienestar general”. El próximo objetivo de Vida Clinic es integrarse a las 130 escuelas públicas de Austin.
Muchos estados como Arizona y Tennessee (enlaces en inglés) destinan fondos para que las escuelas secundarias contraten más consejeros y trabajadores sociales, y es común que los estudiantes sean referidos a consejeros externos. Joseph Gutierez ayuda tanto a los adolescentes como a los padres, señalando que “la mayoría de estos clientes cuentan con MediCal para costear los servicios, pero los individuos indocumentados son incapaces de obtener MediCal. A ellos les ofrezco una escala proporcional que parte de precios tan bajos como $5 la hora”.7. Atención y conexión adicional
La salud mental de los adolescentes es fomentada por el apoyo socioemocional de adultos empáticos (enlace en inglés). La autoestima resultante ayuda a prevenir la depresión (enlace en inglés). La Asociación de Consejeros Escolares de Estados Unidos (ASCA, por sus siglas en inglés) sugiere que los consejeros desarrollen relaciones positivas con los estudiantes al asistir a sus eventos extracurriculares, como deportes y artes escénicas, y ofrecerles motivación constante, incluso con una acción tan simple como decirles: “¡Lo estás haciendo muy bien!”.
Puede que los estudiantes en situación de pobreza tengan hambre. ASCA aconseja ayudarlos con bolsas de comida para el fin de semana, al igual que conectarlos con servicios comunitarios y exenciones de pago para el SAT, ACT y las solicitudes de admisión a la universidad (enlace en ingles). Los estudiantes de familias de bajos recursos también suelen transferirse con frecuencia de una escuela a otra a raíz de la búsqueda de empleo de sus padres. Los “chicos nuevos de la escuela” soportan niveles de soledad y estrés que pueden ser reducidos si los consejeros les ayudan a integrarse a la vida escolar presentándoles compañeros de clase que tengan intereses en común o clubs escolares que podrían ser de su agrado (enlace en inglés).
Consejos para promover el apoyo a la salud mental de los estudiantes de escuela secundaria
Para los padres
- Inscribe a tu hijo en clases de meditación, yoga, visualización guiada y tai chi para aprender técnicas antiestrés que le ayudarán tanto en el presente como en el futuro.
- Aprovecha la tecnología. Existen aplicaciones para ayudar a los niños a disminuir el estrés (enlace en inglés), subir el ánimo y ayudar con distintos problemas de salud mental.
- Las películas se enfocan cada vez más en temas relacionados a la salud mental (enlace en inglés). Promueve este tipo de contenido para ayudar a todos a reconocer y eliminar el estigma asociado a los trastornos mentales.
- Conecta la escuela de tu adolescente con organizaciones locales sin fines de lucro como el Proyecto de Salud Mental Juvenil (enlace en inglés) que ayuda a los adolescentes con problemas de salud mental. Muchas de estas organizaciones ofrecen grupos de apoyo para padres.
- Solicita a agencias externas, como los servicios de salud del condado, que establezcan centros de bienestar (enlace en inglés) dentro de la escuela secundaria. Pídeles a los representantes del estado que ofrezcan días dedicados a la salud mental (enlace en inglés) para los estudiantes.
Para docentes y administradores
- Brindar grupos de apoyo para estudiantes (enlace en inglés) con problemas de salud mental al asociarse con agencias como la Alianza Nacional de Trastornos Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés).
- Los adolescentes que sufren abusos físicos y verbales y se ven sometidos a la crueldad de otros estudiantes padecen de problemas de salud mental a largo plazo. Los docentes y administradores pueden aumentar la empatía en la escuela al colaborar con organizaciones antiacoso sin fines de lucro (enlace en inglés).
- Ayudar a los maestros a identificar los problemas emocionales de los estudiantes mediante cursos de capacitación como Mental Health First Aid (enlace en inglés).
- Ofrecerles a los estudiantes clases de meditación y otras técnicas de relajación como el yoga, visualización guiada y tai chi. Aquí encontrarás ocho consejos (enlace en inglés) de un instructor veterano.
- Aprovecha la tecnología. Existen aplicaciones para reducir el estrés, subir el ánimo y ayudar con distintos problemas de salud mental. Distribuye esta lista (enlace en inglés) entre los estudiantes.