Solo porque algo sea “normal” no significa que esté bien.

Piensa en el típico método mediante el cual los estudiantes han estado aprendiendo durante siglos. En un aula de clases tradicional, a los estudiantes se les enseña el nuevo contenido en un orden estricto y dentro de un margen de tiempo limitado. Tienen un par de semanas para aprender un tema y un semestre para terminar una clase. Posteriormente, deben avanzar al próximo tema, semestre y año escolar (pase lo que pase).

El problema que enfrentan muchos estudiantes que intentan aprender de acuerdo a la programación estricta de una escuela es que no reciben la educación que merecen. Los estudiantes que aprenden rápido y entienden los conceptos con facilidad suelen perder el interés. Los estudiantes que necesitan más tiempo para aprender el contenido corren el riesgo de retrasarse e incluso reprobar.

“Algunos niños siguen el ritmo, otros no comprenden y otros están aburridos”, señala Steve Ritter, fundador y director científico de Carnegie Learning, (enlace en inglés) un proveedor de soluciones de tecnología educativa y planes de estudio.

La solución, de acuerdo con educadores como Ritter, es una práctica pedagógica conocida como aprendizaje centrado en el dominio.

Con el aprendizaje centrado en el dominio se puede medir la inteligencia

A diferencia del aprendizaje tradicional centrado en el tiempo, el aprendizaje centrado en el dominio (también conocido como “ritmo basado en el dominio”) les brinda a los estudiantes el tiempo que necesitan para “dominar” un tema, independientemente de que necesiten un día, una semana, un mes, un semestre o incluso un año adicional.

“Se reconoce que distintos estudiantes podrían necesitar distintas cantidades de tiempo y tener distintas experiencias de aprendizaje”, indica Ritter. “Pero que todo estudiante puede alcanzar el dominio”. Si un estudiante necesita más tiempo, no hay problema. ¿Si necesita menos? Tampoco lo hay.

«El aprendizaje centrado en el dominio, les brinda a los estudiantes el tiempo que necesitan para “dominar” un tema, independientemente de que necesiten un día, una semana, un mes, un semestre o incluso un año adicional.

Los simpatizantes afirman que el aprendizaje centrado en el dominio tiene mucho más sentido que el modelo tradicional centrado en el tiempo. Toma en cuenta que gran parte de la vida gira en torno al dominio: bien sea capacitarse para obtener la licencia de conducir u obtener un título de enfermería, casi a todos en el mundo adulto se les brinda el tiempo necesario para dominar una habilidad. Todos los niños, independientemente de que aún estén aprendiendo inglés, necesitan distintas cantidades de tiempo para dominar las lecciones y habilidades nuevas. Con el aprendizaje centrado en el dominio, tu estudiante puede tener más tiempo cuando esté aprendiendo algo que le resulte complejo (y menos tiempo cuando se tope con un concepto que le resulte sencillo). ¿Por qué hacer que el estudiante se sienta mal por el simple hecho de necesitar un poco más de tiempo?

Las investigaciones sugieren que los estudiantes de entornos que manejan el aprendizaje centrado en el dominio (enlace en inglés) obtienen calificaciones más altas en las pruebas estandarizadas y tienen mayores probabilidades de ir a la universidad. Teniendo en cuenta estos hallazgos tan alentadores, la mayoría de estados les han brindado a las escuelas (enlace en inglés) al menos cierta libertad para implementar prácticas centradas en el dominio.

Obtener una calificación perfecta no se trata de una carrera

A diferencia de la mayoría de prácticas pedagógicas cuyo objetivo principal es preparar a los estudiantes para las pruebas estandarizadas, el objetivo en el aprendizaje centrado en el dominio no es obtener una buena calificación en la primera (y quizás la única) prueba. De hecho, un estudiante podría tener varias oportunidades de realizar una prueba similar. En una clase de matemáticas, un estudiante podría obtener una buena calificación la primera vez que realiza la prueba. Otro podría tener que repetir cuatro veces la prueba del mismo contenido antes de obtener una buena calificación. Sin embargo, ambos estudiantes tienen la oportunidad de obtener una buena calificación siempre y cuando hayan demostrado que han dominado el contenido.

El aprendizaje centrado en el dominio también contribuye a garantizar que un estudiante no se atrase aún más a medida que el año avanza, simplemente porque en etapas iniciales no adquirió un concepto fundamental que resulta necesario para desarrollar habilidades y conocimientos posteriores. Al brindarle al estudiante el tiempo que necesita para reconocer los coeficientes positivos y negativos, será capaz de resolver una ecuación cuadrática en álgebra.

¿Cómo se aplica el aprendizaje centrado en el dominio dentro del aula de clases?

La enseñanza centrada en el dominio exige más paciencia y flexibilidad. Generalmente, los maestros dividen los estándares académicos (es decir, los objetivos de aprendizaje en un grado en particular) en conceptos más pequeños.

A medida que enseñan cada concepto, los maestros realizan una evaluación constante (usando algo conocido como “evaluaciones formativas”) del nivel de competencia de un estudiante en particular. “Lo importante es lo que hacemos con el tiempo”, señala Chris Sturgis, fundador de LearningEdge, (enlace en inglés) una organización que ayuda a las escuelas con la transición a un modelo de educación centrado en el dominio y la competencia. La estructura del modelo centrado en el dominio permite, agrega Sturgis, “más oportunidades para practicar, ser evaluados y recibir apoyo educativo”.

La evaluación implica más que correcciones o calificaciones. Los estudiantes la aplican para repasar un concepto o repetir una tarea con el propósito de alcanzar un mayor nivel de comprensión. En Maker Academy, Nueva York, el director y fundador Luke Bauer señala: “Trabajamos con la idea de que el aprendizaje ocurre cuando practicas mucho y recibes muchas observaciones respecto a tu desempeño”. Las observaciones, explica Bauer, vienen “no solo del maestro, sino del estudiante y sus compañeros”.

Es fundamental que los estudiantes asuman la responsabilidad de su proceso de aprendizaje, repite Sturgis, sobre todo en la escuela intermedia y secundaria, cuando los adolescentes suelen oponerse a cumplir las expectativas de los maestros. “Si no asignas parte de la responsabilidad a los estudiantes, y todos dependen del maestro al cien por ciento”, señala Sturgis, “es imposible que funcione”.

Además, los maestros se encargan de que los estudiantes usen con frecuencia plataformas tecnológicas que proporcionan un aprendizaje personalizado como Khan Academy, permitiendo que cada estudiante vaya a su propio ritmo. Esto también permite que los estudiantes repitan la lección las veces que sean necesarias hasta que estén listos para avanzar.

Qué esperar de las escuelas que usan el aprendizaje centrado en el dominio

  • Una clase que divida los estándares educativos estatales en conceptos pequeños y fáciles de aprender. Esto podría implicar, por ejemplo, que haya hasta 600 componentes de conocimiento para una clase de álgebra de escuela secundaria.
  • Los maestros y estudiantes tienen una comprensión clara y compartida de lo que implica el dominio de cada concepto. Los padres pueden preguntar sobre la rúbrica (un método de calificación para evaluar la comprensión que un estudiante tiene del contenido) que utilizan los maestros para evaluar el dominio de un tema. En la mayoría de los casos, el aprendizaje centrado en el dominio es el pilar de toda la escuela, asignatura y grado. Por lo tanto, es importante que los maestros desarrollen una comprensión en común de lo que implica el dominio en un grado y asignatura en específico, al igual que en los grados a los que los estudiantes serán promovidos el próximo año.
  • Los maestros realizan evaluaciones regulares del nivel de dominio de sus estudiantes. También les brindan a los estudiantes la oportunidad continua de seguir aprendiendo hasta que dominen un concepto. Cuando los padres visitan el aula de clases, pueden preguntarle al maestro qué clase de evaluación, y valoración, lleva a cabo para medir el nivel de dominio de un estudiante.
  • Los estudiantes están al tanto de su progreso. Bauer incentiva a los padres a hacer preguntas para evaluar qué tan involucrados están los estudiantes en el dominio del contenido. “Si entras al aula de clases y les preguntas a los estudiantes: ‘¿Qué están aprendiendo? ¿Por qué lo están aprendiendo? ¿Cómo se están desempeñando?’, deberían ser capaces de responder”.
  • La tecnología se utiliza para apoyar a los maestros y a los estudiantes. Las herramientas digitales, como las evaluaciones en línea y el software didáctico, ayudan tanto a los estudiantes como a los maestros a llevar un registro del progreso en términos de dominio. Además, les permite obtener más recursos personalizados que contribuyen al proceso de aprendizaje. Si tu estudiante necesita una computadora portátil, consulta con la escuela para ver si ofrecen préstamos u otro tipo de asistencia tecnológica.

El aprendizaje centrado en el dominio no resuelve todos los problemas de aprendizaje

El aprendizaje centrado en el dominio no puede no tener límites de tiempo. En Maker Academy, Bauer relata: “En los primeros años, cometimos el error de decir ‘trabajen a su propio ritmo’. En teoría, eso es fantástico”. Sin embargo, añade Bauer, algunos estudiantes no avanzaban en lo absoluto.

Ritter les aconseja a los educadores explicar cuáles son los objetivos a largo plazo del curso, de manera que los estudiantes se comprometan más a dominar cada concepto sobre la marcha. Además, necesitan estar al tanto de cualquier límite de tiempo para lograr tal objetivo. “Si tienes que abarcar todo el contenido de una clase de álgebra, eso implica que debes establecer cierto ritmo a corto plazo”, señala. “Hacer que los estudiantes afronten esto resulta extremadamente provechoso”.

Medidas para incentivar el aprendizaje centrado en el dominio

Los simpatizantes del enfoque incentivan a los padres a cambiar su forma de pensar respecto al tiempo que podría exigir el aprendizaje. Esto requiere un cambio de perspectiva sobre el “fracaso” o los “errores”. Ritter señala que los padres pueden ayudar a los estudiantes a “crear la expectativa de que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje”. Incentiva a tu hijo a concentrarse en el proceso (el aprendizaje), y no en el resultado (la calificación). Aunque las calificaciones siguen siendo un componente del aprendizaje centrado en el dominio, ni siquiera los estudiantes más destacados entenderán cada concepto nuevo al primer intento. Puede que a los padres les cueste descartar la idea de que las clases de la escuela secundaria siempre duran un semestre o incluso que la escuela secundaria dura cuatro años.