La escuela secundaria se diseñó originalmente con el objetivo de capacitar a los trabajadores de la fábrica y enseñar al estudiante «promedio». Ahora, 200 años después, todavía sigue el mismo modelo, hasta el horario de campanas.
Pero ahora sabemos mucho más: como si no existiera el estudiante «promedio». Y aprender rápido no es sinónimo de ser inteligente. De hecho, se ha demostrado que dar a cada estudiante tiempo individual para aprender a su propio ritmo es una mejor manera de aprender y retener información. ¿Y largas conferencias? Es mejor infundir lecciones con la voz y el voto de los estudiantes y el aprendizaje basado en proyectos. Podemos aprender mucho de las escuelas innovadoras de todo el país que han pensado en la cultura de la escuela, han elaborado la descripción del propósito y trabajan todos los días para vivir sus valores, mostrar compasión y conocer a los niños donde están.
Entonces, ¿qué tipo de escuela secundaria necesitamos en el siglo XXI? Explora Transforming High School para entener lo que quieres para tu hijo y tu escuela y comparte tus descubrimientos con otros padres, maestros, directores, superintendentes y la junta escolar. Cuando alzamos nuestras voces juntos, el cambio puede ocurrir.
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